Condenada a la muerte pide la última comida con 4200 calorías
La primera mujer desde 1945 a estar en la cola para ser ejecutada en el estado de Georgia, Estados Unidos, hizo un pedido para su última comida, y ella no se preocupó por el tamaño.
Kelly Renee Gissendaner está en el corredor de la muerte desde 2008, tras ser condenada por orquestar un complot para asesinar a su marido.
El Atlanta Journal-Constitution informa que Gissendaner ordenó:" ... pan de maíz, leitilho dos whoppers [Burger King] con queso y todos los adornos, dos grandes porciones de papas fritas, cereza y helado de vainilla, palomitas de maíz y limonada. También quiere una ensalada con huevos cocidos, tomates, pimientos, cebolla, zanahoria y queso para ser cubierto con la salsa de la marca Paul Newman.
Esta comida contiene cerca de 4.200 calorías.
Este tipo de pedido es cada vez más frecuente entre las personas que se ejecutan.
Hace poco, los prisioneros del sexo masculino que estaban en la misma posición que Kelly pocas veces pedían apenas para comer lo mismo que estaba siendo servido para los demás prisioneros, pero no siempre comían lo que les era traído.
Como esta moda que está cada vez más presente entre los detenidos condenados a la pena de muerte en Estados Unidos, los pedidos para la última comida se están cada vez más diferenciados, como sólo aceitunas, potes enormes de helado, platos llenos de fresa, pollo frito, etc. Por lo tanto, la última petición de Kelly no fue tan fuera de lo normal.
En el año 1998, Kelly Renee Gissendaner convenció a su novio Gregory Bruce Ownen, a asesinar a su marido Douglas Gissendaner, para así recibir las pólizas de sus seguros.
Gregory secuestró a Douglas, lo llevó en coche hasta un área remota, y lo mató apuñalando su cuello y su espalda varias veces, y lo golpeó con un casete. El coche de Douglas también fue quemado con queroseno.
Mientras tanto, Kelly se divertía con sus amigos en una balada de la ciudad. Sin embargo, su ex novio, Gregory, cooperó con los promotores a cambio de obtener la sentencia de cadena perpetua, y no la pena de muerte. Él testificó contra Gissendaner y se declaró culpable.
Hoy, la estadounidense aguarda ansiosa por su última comida de 4, 200 calorías que se entregará horas antes de su ejecución. Bajo la ley de Georgia, tres infracciones son punibles con pena de muerte - asesinato, violación y secuestro.
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