Confianza después de la pérdida de 79 Kg, mujer Dice 'Soy una persona totalmente diferente'
Después de tener exceso de peso durante toda la vida, Jessica Beniquez tuvo algunos malos hábitos para dejar a perder casi 80 kilos.
"Yo era una consumidora muy" exigente ". No ponía un vegetal en mi boca. "Yo comía comida rápida todos los días, y prácticamente sólo comía nuggets de pollo, macarrones y patatas fritas", dice la joven de 21 años. Y su estilo de vida se volvió sedentario, a pesar de haber practicado deportes en la escuela secundaria. "Me quedaba en la cama viendo las series después de series en Netflix. Todo lo que hacía era comer, ir a trabajar y ver mis series.
Con más de 145 kg, su peso se convirtió en un martirio. "No me sentía cómodo", dice la morada de Spring Hill, Florida, Estados Unidos. "Salir de la cama era difícil. Me sentía miserable. Sabía que necesitaba perder peso porque tenía presión alta, pero tardó más de un año para percibir lo peligroso que es, y hacer algo al respecto.
A finales de febrero de 2016, Jessica finalmente se comprometió con su salud.
"Yo estaba a punto de empezar a ver una serie entera en Netflix, y estaba tipo, 'no quiero más hacer eso'. No quería sentarme en la cama y no hacer nada. Me sentía muy perezosa. Yo no salía con mis amigos.
Ella agregó: "En el momento en que decidí hacer esto, puse algunos batidos para adelgazar aquel día. Si yo no lo hiciera, honestamente, no creo que estaría donde estoy ahora. Compré los batidos y nunca más miré hacia atrás. "
Jessica fue "rigurosa" al adherirse a su nueva dieta. "Yo estaba consumiendo alrededor de 1200-1500 calorías por día", dice ella. Después de tres meses tomando 2 batidos por día y una comida con algunos aperitivos en el medio, y otros cinco meses consumiendo 1 shake por día y dos comidas con aperitivos, ella acabó abandonando todos los shakes de una vez en octubre de 2016.
Sus comidas para el viaje ahora incluían carnes, zanahorias y hummus, yogurt, queso cottage y ensaladas de pollo a la parrilla. Hace dos meses, empezó a beber un tipo diferente de shake proteico, añadiendo frutas, avena o linaza, para el desayuno. "He abierto mi paladar para cosas nuevas", dice.
Desde el comienzo de su viaje de pérdida de peso, Jessica también se ha vuelto más activa.
"Al día siguiente que compré los shakes, yo estaba caminando. "Yo caminaba entre 2 y 3 km por noche". Ella se matriculó en una academia un mes después, lo que no fue fácil para ella.
"Yo estaba nerviosa y no sabía qué hacer en la academia. No quería que la gente me mirara. Es embarazoso cuando eres joven y muy gorda. "Andando por la academia, ves a mucha gente en forma y me quedé súper intimidada por eso", dice Jessico, que comenzó entrenando con un personal y haciendo ejercicios que vio en YouTube. "Pero, tan pronto como me matricule en la academia, pasé a ejercitarme cada día por una hora, que después pasaron a una hora y media, y ahora estoy entrenando dos horas o tal vez más por día".
Y ella tuvo todo el apoyo a lo largo del camino. "La gente venía a mí en la academia y decía:" Wow, felicitaciones - has llegado tan lejos ", dice Jessica, que ahora trabaja en la recepción en la academia y espera convertirse en una entrenadora certificada.
Documentar su jornada en los medios sociales también fue una gran ayuda. "Eso me mantuvo responsable cuando la gente mandaba, " Usted puede hacer eso ", dice ella, que tiene 186 mil seguidores en el Instagram y espera inspirar a otros a tener el mismo éxito. "Quiero mostrarles que si puedo hacerlo, también pueden".
Ella tardó 19 meses en llegar a los 65, 7 kg actuales, y Jessica espera perder un poco más de peso y hacer una cirugía de remoción de la piel. Por el momento, sin embargo, ella no podría estar más feliz con su nuevo estilo de vida.
"Nunca esperé estar donde estoy hoy. "Yo era tímida, pero ahora tengo mucha más confianza, tengo mucha más energía", dice Jessica. "Antes, necesitaba 20 minutos para caminar 1, 5 km y ahora puedo correr 8 km en menos de 50 minutos ... Es loco ver lo que puedo hacer ahora que no podía hacer antes".
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