¿Estrogeno engorda?
No es folclore, mucho menos leyenda, que las mujeres tienen mucho más dificultad para perder peso que los hombres.
El cuerpo femenino es más lleno de complejidades hormonales, debido al hecho de que ese organismo, tan detalladamente elaborado, ha sido desarrollado para recibir otra vida, o sea, un feto.
Por eso, hay un conjunto de mecanismos orientados a alimentar ese feto, y eso incluye una distribución diferente de grasa, buscando el alojamiento, sustento y protección del nuevo ser que podrá cohabitar ese cuerpo por nueve meses.
Entre los mecanismos agregadores de grasa, uno de ellos, responsable de la deposición adiposa, es el estrógeno. En exceso o escasez, el estrógeno produce resultados desagradables: retención de agua, estrés, hinchazón, y aumento de peso. ¿Entonces quiere decir que el estrógeno engorda? Veamos abajo.
Perinha y Manzana
El cuerpo femenino, en su período normal de producción de estrógeno, presenta el formato "perinha", donde las formas redondeadas predominan en las caderas y la cintura es más fina.
En la menopausia, cuando las hormonas comienzan a presentar alteraciones, el cuerpo femenino pasa a tener el formato "manzana", con acumulación de grasa en la región abdominal. Grasa esta altamente peligrosa, y considerada factor de riesgo para problemas vasculares y coronarios.
Una vez que no se puede huir de la realidad, y teniendo que encarar el hecho de que el estrógeno engorda, es hora de empezar a pensar en una dieta específica, dejar el sedentarismo a un lado y buscar seguimiento médico.
Estrogio Ambiental
La producción del estrógeno en el cuerpo femenino oscila drásticamente. Las mujeres en edad reproductiva presentan picos de estrógeno que pueden alcanzar índices entre 4 a 6 veces mayores que en el primer día de la menstruación.
Hay dos maneras de acumular estrógenos en exceso: la primera de ellas es a través de los factores orgánicos. La segunda, está directamente vinculada a nuestro día a día.
Sin que tomamos conocimiento, estamos constantemente expuestos al estrógeno en alimentos, cosméticos, productos químicos, productos de limpieza, abonos y anticonceptivos. Es el estrógeno ambiental. Las consecuencias a esta hiperexposición al estrógeno son la ganancia de peso.
¿Cómo el estrógeno engorda?
No hay como desvincularlo de la ganancia de peso, y la pregunta es: ¿la grasa viene del estrógeno o el estrógeno viene de la grasa?
Vamos a tratar de explicar de manera bastante simplificada:
- Las células de grasa provocan la producción de estrógeno;
- En consecuencia, los niveles de esa hormona se elevarán;
- A partir de ahí, el metabolismo se desacelera;
- Cuando esto sucede, el cuerpo comienza a almacenar grasa, reiniciando el proceso.
Resumiendo: el estrógeno engorda a través de un ciclo vicioso!
Estrogeno y Tiroides
El estrógeno engorda también cuando está ligado a las disfunciones de la tiroides. Esto puede suceder cuando inhibe la función de esta glándula.
Cuando esto ocurre, la persona se siente lenta, fatigada y desanimada. Esta apatía hace que ocurra menor gasto de energía, falta de voluntad para actividades físicas y consecuente caída del metabolismo. Esto genera un aumento de peso.
Corregir la Predominancia de estrógeno
Hay algunas maneras de mitigar el predominio de estrógeno actuando en el organismo.
1. Esté atento a su hígado
Las disfunciones hepáticas, el consumo excesivo de alcohol, el uso de drogas, la ingestión de alimentos extremadamente grasosos, o cualquier otro factor que perjudique las funciones del hígado pueden estimular la elevación en la producción de estrógeno.
2. Incluya probióticos a su alimentación
El desequilibrio bacteriano en el intestino puede interferir en la eliminación de estrógeno. Los alimentos probióticos pueden garantizar que las funciones del tracto digestivo se normalizan.
3. Aumente la ingesta diaria de fibras
Las fibras ayudan al organismo a expulsar el exceso de estrógeno. Además, las fibras también reducen la acumulación y evitan la reabsorción de estrógeno.
Las fuentes sanas de fibras están presentes en los salvados de maíz, de arroz y de trigo, en las cáscaras de frutas y verduras (zanahoria, calabaza, berenjena, tomate, pera, manzana, pepino, caqui, etc), en las oleaginosas (nueces, almendras, castañas), en las semillas, la soja, los frijoles y los granos integrales.
4. Productos orgánicos
Mucho más sanos y libres de insumos, abonos y otros aditivos hormonales. Siempre que sea posible, procure consumirlos en sustitución de los hortifruti cultivados de manera tradicional.
5. Inclusión de multivitamínicos
La ingesta de cinc, magnesio y vitamina B ayuda a eliminar el estrógeno en nuestro organismo. Sería interesante la adición de algún suplemento multivitamínico para reforzar esa función.
6. El estrés
El estrés funciona más o menos así: cuando estamos muy estresados, nuestro cuerpo comienza a producir cortisol (la hormona del estrés). Para eso, él "roba" progesterona, y hay entonces un desequilibrio hormonal, porque un exceso de estrógeno pasa a circular en el organismo.
7. Detox
Cualquier dieta detox ayudará a eliminar buena parte del estrógeno excesivo en el organismo.
8. Dormir bien
Cuando dormimos poco, ocurre una reducción de la melatonina (la hormona del sueño). Esta hormona nos protege de la dominación de estrógeno.
Busque dormir por lo menos ocho horas, en un ambiente tranquilo y oscuro (la producción de melatonina sólo ocurre cuando el cerebro se siente que se está oscureciendo).
En conclusión ...
El estrógeno, por estar presente en el cuerpo femenino desde siempre, confiere a las mujeres sus peculiaridades.
Gracias a esta hormona, las mujeres tienen más grasa corporal que los hombres, y además, el lugar donde esta grasa se almacena en el cuerpo femenino es también diferente en relación al cuerpo masculino.
Las mujeres tienen más grasa subcutánea, que aparece bajo la piel, y se esparce por el cuerpo más uniformemente. Esta es una de las razones que provocan menor definición muscular en relación a los hombres.
El estrógeno, por lo que ya hemos explicado anteriormente, dificulta la pérdida de peso, y las mujeres en la menopausia encontrarán aún más dificultades en ese aspecto.
Teniendo en cuenta que el estrógeno engorda, y en algún momento de la vida femenina esto se va a acentuar, no se debe esperar que el problema aparezca. Es posible mitigar todo esto, buscando con antelación iniciar una dieta natural, desintoxicante, con reducción de grasas, y también mantenerse en actividad física regular. Es la única forma de driblar los posibles daños causados por el estrógeno.
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