Los parientes hacen apuesta y pierden 36 Kg Juntos
Parientes + juego + apuesta en dinero. Esta fue la fórmula de éxito para que Sheile Cristine Gonçalves de Oliveira y otras mujeres de su familia consiguieran eliminar juntas 36 kg, como cuenta reportaje publicada en el sitio del programa Bem Estar, de la Rede Globo.
Todo comenzó en enero del año pasado, cuando durante una fiesta de familia, Angela, una de las tías de Sheile, sugirió que hicieran una apuesta para ver quién conseguiría perder más peso. En total, ocho personas aceptaron participar en el juego y se combinó que cada una daría R $ 10 al mes, y al final del año quien consiguiera perder el mayor porcentaje de peso quedaría con la premiación.
Como es profesora de matemáticas, Sheile se quedó con la responsabilidad de hacer las cuentas y dividir el premio. Al final de la apuesta, la campeona fue una de sus primas, Tânia Fonseca, que perdió 13 kg - aproximadamente el 18% del peso que tenía anteriormente. Sheile fue la segunda colocada y eliminó 10 kg, equivalente al 16% de su peso inicial.
Con dieta y ejercicios, los ocho participantes perdieron el total de 36 kg, pero más importante que eso, fue que la salud de la familia mejoró. Si antes sólo dos de ellas tenían el Índice de Masa Corporal (IMC) por debajo de 25, que es el ideal, después de la competición más tres lograron alcanzar ese nivel.
Después de pasar el año huyendo de las comidas más calóricas en los encuentros familiares, las mujeres celebraron el hecho con una fiesta de clausura, con derecho a la entrega de medallas, podio, espumoso y hasta una feijoada. "Ha servido para mostrar que no hay que dejar de ir a las fiestas, pero tiene que saber cómo comer", explicó Sheile en conversación con el sitio del Bienestar.
Sheile lucha desde 2012 contra la balanza
Sheile antes y después, al lado de la hija
La lucha de Sheile contra la balanza no es tan reciente como el comienzo del juego en familia, el año pasado. La paulista intenta adelgazar desde 2012, cuando pesaba 73 kg y tenía un IMC de 27, 8.
El cambio en el estilo de vida -que la hizo llegar a los 52 kg e IMC de 21, 6- comenzó cuando su hija de nueve años de edad presentó un nivel alto de colesterol y su casa tuvo que adherirse a un menú de comidas más saludables.
Con eso, Sheile llevó el hábito a la escuela donde trabaja, dejando de lado los panes y pasteles a la hora del descanso y pasando a alimentarse en los momentos de pausa con una fruta traída de casa.
La niña también fue el incentivo para que Sheile pasara a practicar ejercicios. Como ella necesitaba llevar a la hija a la natación y tenía que quedarse esperando la clase terminar, decidió comenzar a hacer alguna actividad también. Al principio, ella hacía gimnasia en la piscina y luego entró a la natación también.
Después de casi tres años, Sheile cree que el cambio en los hábitos la dejará lejos de los kilos que ya eliminó y su objetivo ahora es mantener las conquistas que obtuvo por medio de la reeducación alimentaria.
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