12 Síntomas de problemas en el hígado y qué hacer

El hígado es un órgano esencial para el buen funcionamiento de nuestro organismo y de nuestras funciones vitales. Debido a su alta importancia en el metabolismo general del organismo, es considerado por expertos como una fábrica bioquímica en el cuerpo. Sin él, innumerables funciones vitales no tendrían como ser mantenidas.

El hígado no sólo actúa como un filtro para su sangre, sino que también participa en la producción de hormonas, el inventario de energía y la sintetiza compuestos que ayudan en la digestión de los alimentos y en el funcionamiento del intestino.

Vamos a discutir los síntomas de problemas en el hígado que afectan su función metabólica, perjudicando diversas funciones en nuestro cuerpo. Además, vamos a dar orientaciones sobre qué hacer al sentir alguno de estos síntomas y también cómo prevenir y evitar que los problemas en el hígado afecten su salud como un todo.

¿Cuál es la función del hígado?

El hígado es uno de los órganos más grandes del organismo humano y se compone básicamente de dos glándulas: la glándula secretiva, que se especializa en la producción y secreción de la bilis, y la glándula endocrina, responsable de sintetizar y secretar compuestos químicos directamente en la corriente sanguínea para actuar en otros órganos del organismo.

Así, el hígado desempeña diversas funciones esenciales para el buen funcionamiento del cuerpo, que incluyen la síntesis de proteínas esenciales y la participación activa en el metabolismo de grasas y carbohidratos obtenidos por la dieta, además de almacenar esos carbohidratos para generación de energía.

Además, el hígado también es responsable de eliminar compuestos residuales de procesos bioquímicos que son perjudiciales al organismo y por la desintoxicación del cuerpo de sustancias como alcohol, drogas y toxinas del medio ambiente.

Como se menciona, por medio de la glándula secretiva, el hígado también actúa en la secreción de la bilis, que contiene ácidos biliares que ayudan en el proceso digestivo y en la absorción de grasas y de vitaminas liposolubles como las vitaminas A, D, E y K. La bilis también facilita el transporte de residuos al intestino.

Problemas en el hígado

Las enfermedades del hígado más comunes incluyen:

• Hepatitis aguda (repentina o proveniente de una inflamación);
• Hepatitis crónica (larga duración);
• Enfermedad hepática grasosa (la famosa grasa en el hígado);
• cirrosis;
• Cáncer.

En este último caso, los tipos de cáncer que afectan al hígado son generalmente los cánceres que ya han sufrido metástasis, es decir, que ya se extendieron a través del torrente sanguíneo y llegar al hígado. A pesar de menos comunes, también pueden ocurrir cánceres primarios, que surgen por primera vez en el hígado. Los más comunes son los carcinomas hepatocelulares.

causas

Las causas más comunes de las enfermedades del hígado en general son:

- Alcohol

Cuando hablamos específicamente del problema de la grasa en el hígado, puede estar o no relacionado con el consumo de alcohol. En los casos en que el alcohol es el causante del problema, esto ocurre debido al mismo ser una sustancia tóxica al hígado, pudiendo resultar en una inflamación que lleva a la acumulación de grasa porque el hígado no consigue metabolizar la grasa de forma adecuada.

A pesar de que muchas personas culpan al alcohol por problemas en el hígado, existen varias otras causas que causan enfermedades en el órgano, entre ellas:

- Dieta

Cuando la dieta es hipercalórica, es decir, cuando la persona consume más alimentos de lo que realmente necesita, el hígado puede presentar cierta dificultad para metabolizar toda la grasa y los carbohidratos ingeridos. Así, por la demanda metabólica ser mucho más alta que la capacidad del hígado, ocurre la acumulación de grasa. Además, suplementos dietéticos como vitaminas o suplementos de hierbas pueden sobrecargar la función del hígado.

- Infecciones

Los problemas en el hígado pueden ser causados ​​por los virus que infectan el órgano y causan la inflamación. Los tipos más comunes de hepatitis virales son las hepatitis A, B y C.

- Condiciones médicas

Los factores como la rápida pérdida de peso, los problemas genéticos, la malnutrición y el sistema inmunológico débil también pueden contribuir a problemas en el metabolismo del hígado.

- Enfermedades

Algunas enfermedades como la diabetes de tipo 2, la obesidad, los niveles altos de triglicéridos en la sangre, la enfermedad celíaca, los problemas genéticos o metabólicos y la enfermedad de Wilson (enfermedad genética que causa anormalidad en el metabolismo del cobre), por ejemplo, pueden ser factores que influyen en la acumulación de grasa en el hígado.

- Medicamentos

El uso de ciertos medicamentos prescritos y no prescritos puede sobrecargar la función hepática, llevando al mal funcionamiento del órgano y acumulación de grasa. Algunos de estos medicamentos perjudiciales a la función hepática incluyen tamoxifeno, amiodarona y metotrexato.

síntomas

Generalmente, enfermedades hepáticas agudas y crónicas pueden causar alteraciones en las funciones del hígado y generar algunos síntomas característicos. Sin embargo, el hígado dispone de una reserva para mantener las funciones vitales incluso al sufrir algún tipo de inflamación o daño.

De esta forma, cuando se observa un síntoma, es probable que su hígado ya esté dañado desde hace algún tiempo sin mostrar síntomas. Por lo tanto, los exámenes de rutina son tan importantes porque los síntomas pueden tardar en aparecer y, por lo tanto, el problema puede tardar en detectarse.

Los síntomas más comunes de las enfermedades del hígado incluyen:

1. Hematomas en la piel o hemorragias

Estos síntomas se notan cuando el hígado no puede producir las proteínas de coagulación de la sangre en cantidades suficientes, generando hematomas o sangrados más fácilmente.

2. Hinchazón en el cuerpo

Pueden ocurrir edemas o hinchazón en el cuerpo, principalmente en la región de las piernas, cuando el hígado no es capaz de producir suficiente albúmina, dejando la albúmina sérica en niveles alarmantes, lo que causa la hinchazón.

Además, un paciente con enfermedad hepática puede tener el canal de transporte de sangre del intestino hasta el hígado obstruido. De esta forma, la sangre necesita encontrar otro camino para llegar hasta el lugar anhelado y ocurre la formación de nuevas venas, que pueden causar hinchazón protuberante en la región del vientre.

3. Fatiga y malestar

Todavía no se sabe con certeza por qué problemas en el hígado causan fatiga. Sin embargo, los estudiosos creen que esto debe estar relacionado con alguna función metabólica que ha sido perjudicada, como alteraciones en compuestos químicos cerebrales o en los niveles hormonales resultantes de la insuficiencia hepática y presencia de toxinas. Específicamente, este síntoma puede estar relacionado con niveles alterados de sustancias como corticotropinas, serotonina y noradrenalina, relacionadas con alteraciones de humor y disposición.

4. Ictericia

La ictericia se caracteriza por una coloración amarillenta en la piel y el blanco de los ojos. Esto ocurre cuando el hígado no tiene la capacidad de metabolizar o secretar de modo adecuado el pigmento amarillo bilirrubina en la bilis. Así, tal pigmento acaba siendo liberado en el torrente sanguíneo, transparente en la piel y los ojos.

5. Cambio en la orina y las heces

Además de causar ictericia, la bilirrubina puede manifestarse en la orina, que puede ser más oscura de lo normal. También se puede observar en casos más graves de orina o heces con sangre. Los cambios de color en las heces también indican problemas en el hígado, que generalmente se caracteriza por heces amarillentas o blanquecinas.

También es posible presentar síntomas como estreñimiento, ya que los problemas en el hígado pueden impactar los movimientos intestinales debido al endurecimiento en la región del abdomen, que dificultan el paso de las heces a través del intestino.

6. Dolor abdominal

Sentir dolor, hinchazón o incomodidad en la parte superior derecha del abdomen es una señal de problema en el hígado. El hígado se encuentra distribuido en su cavidad abdominal, pero el extremo superior derecho es donde ocurre la acumulación de grasa. Así, al sentir alguna incomodidad en esa región, puede ser que su hígado esté dañado o inflamado y con dificultades metabólicas.

7. Picazón en el cuerpo

Debido al mal funcionamiento del hígado, ocurre la acumulación de bilis debajo de la piel, lo que puede causar mucha picazón e irritación en la piel.

8. Pérdida de los músculos

Las personas con enfermedades del hígado avanzadas pueden tener pérdida de músculos o dificultad para desarrollar músculos. Esto ocurre porque el hígado dañado tiene dificultad para metabolizar proteínas, dificultando la ganancia de masa magra y haciendo el individuo más susceptible a fracturas y saltos de huesos.

9. Confusión mental o encefalopatía

Este síntoma es poco común, pero puede ocurrir una ligera confusión mental o pérdida de memoria. Esto ocurre cuando el hígado no puede eliminar las toxinas presentes en el organismo. Tales toxinas pueden acumularse en el cerebro y perjudicar algunas actividades cerebrales básicas, lo que se llama la encefalopatía.

10. Náuseas

Las personas con problemas en el hígado pueden presentar náuseas y vómitos debido a la capacidad disminuida del órgano para eliminar las toxinas. También se producen cambios metabólicos en el proceso digestivo que causan la incomodidad.

Además, generalmente una inflamación en el hígado necesita un proceso de cicatrización. En este proceso, el flujo sanguíneo a través del órgano es perjudicado, aumentando la presión en el estómago y en las venas presentes en el esófago. Esto puede causar náuseas e incluso vómitos con un poco de sangre, si la presión es muy grande y rompe esas venas. Si se produce sangrado digestivo a través de vómito con sangre, es necesario buscar ayuda médica inmediatamente.

11. Pérdida de apetito

En casos muy graves en los que la enfermedad en el hígado no es diagnosticada ni tratada, la persona puede tener cambios significativos en el apetito, que implican la pérdida del mismo y la pérdida muy rápida de peso. Esto puede ser fatal e indica un problema hepático muy grave.

12. Retención de líquidos

La retención de líquidos puede ser el resultado de una insuficiencia renal causada por enfermedades hepáticas avanzadas como la cirrosis. Con la función renal afectada, ocurre retención de agua y sales como el sodio, causando hinchazón abdominal, en la pierna, en el tobillo y en los pies, principalmente.

También puede ocurrir lo que se llama barriga de agua o ascitis, que es la condición en que ocurre una acumulación de líquidos dentro de la cavidad abdominal. La ascitis puede ser una manifestación de enfermedad en el hígado o de insuficiencia cardiaca.

Que hacer

Al percibir cualquiera de los síntomas mencionados anteriormente, lo primero que se debe hacer es buscar soporte médico. Hay pruebas de sangre que detectan anormalidad en la función hepática y es necesario realizar estas pruebas para tener el diagnóstico correcto.

exámenes

Los daños al hígado generalmente causan anormalidades en los exámenes de sangre llamados hepatogramas. Los principales problemas en el hígado que pueden ser detectados por un examen son niveles alterados de ciertas sustancias como bilirrubina elevada, albúmina baja y tiempo prolongado de protrombina.

En casos de hepatitis viral, que ocurre cuando el hígado es alterado por la presencia de un virus, pueden observarse alteraciones en enzimas transaminas como la ALT o AST, que tienen sus niveles aumentados en la sangre cuando hay un daño en la función hepática. Si la relación de AST / ALT es superior a 2, por ejemplo, puede ser un indicio de hepatitis alcohólica o cirrosis.

Hay también exámenes más específicos, que se solicitan cuando el médico quiere investigar mejor la causa del problema en el hígado. Entre ellos, existen pruebas de anticuerpos para la mayoría de los tipos de hepatitis viral y algunas pruebas inmunológicas para cirrosis o hepatitis autoinmune crónica. También existen otros exámenes para detectar la enfermedad de Wilson y el cáncer, por ejemplo. En casos de sospechosos de cáncer, una biopsia puede ser solicitada por el médico.

El médico también puede realizar un examen de tacto para evaluar el aspecto físico del hígado. Si el hígado es suave y duele al ser presionado, por ejemplo, el paciente puede estar con hepatitis aguda. Si el órgano es muy rígido o con forma irregular, puede ser un indicio de cáncer.

Además, algunas enfermedades en el hígado pueden hacer que aumente de tamaño como la acumulación de grasa en el hígado o ciertos tipos de hepatitis crónica o cirrosis, mientras que otras condiciones pueden hacer que disminuya de tamaño, como en casos de cirrosis avanzada.

tratamiento

Generalmente, sólo cambios y restricciones en la dieta son suficientes para que el hígado se recupere. En casos más graves, es posible que el médico indique medicamentos para tratar la inflamación.

Consejos y prevención

Mientras que el examen no está listo, es posible tomar algunos cuidados, principalmente relacionados con la dieta. Lo ideal es cortar el consumo de alcohol, beber mucha agua y evitar algunos alimentos que son más difíciles de metabolizar como la carne roja y evitar también la ingesta de alimentos grasos para que el hígado no sea aún más sobrecargado. Así, incluya más alimentos como peces, carnes blancas, legumbres, frutas, productos lácteos desnatados y jugos naturales.

Además, recuerde mantener la cartilla de vacunación actualizada para evitar contraer hepatitis de los tipos A y B.

Si usted quiere evitar problemas en el hígado, la clave está en el control de su dieta. Tenga una dieta sana y equilibrada y evite al máximo el consumo de alcohol y otras sustancias tóxicas.

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