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Causas de las lesiones en el deporte y cómo prevenir

Al practicar ejercicios físicos, usted puede sentir una fiscula en el músculo de su pierna o muslo. Esto quizás sea el indicio de una de las quejas más comunes en las atenciones ortopédicas: las lesiones musculares.

Ellas son cada vez más frecuentes ante el aumento del número de participantes en actividades deportivas en las últimas décadas, ya sea con objetivo profesional o no. Pero también pueden ocurrir durante tareas rutinarias como subir escaleras, cargar sus compras de supermercado o realizar movimientos repetitivos en el trabajo.

Pero el foco en este artículo serán las lesiones en el deporte. Es extremadamente relevante que usted conozca las principales causas, síntomas y formas de prevenir lesiones en el deporte, con consejos simples y cuidados diarios que sus grupos musculares necesitan.

Para ello, reunimos a continuación algunas preguntas y respuestas que le ayudarán:

¿Por qué se producen las lesiones en el deporte?

Básicamente hay dos motivos para la ocurrencia de lesiones resultantes de actividades deportivas:

  1. Las lesiones intrínsecas: causada por factores individuales y biológicos como la última historia del atleta y su estado físico. Ex: disfunciones musculares, los estiramientos y las rupturas.
  2. lesiones extrínsecas: causadas por factores externos tales como el trauma de un objeto en colisión con el grupo muscular, y el medio ambiente, como por ejemplo un suelo de raza, artículos deportivos, colisión con un oponente o las condiciones climáticas. Ex: contusiones y fracturas.

Las alteraciones ocurridas, a partir de ambos casos anteriores, generan la ruptura y necrosis de las fibras musculares y resultan en la reacción de células inflamatorias. Inmediatamente después de la lesión muscular, el intervalo formado entre la ruptura de las fibras musculares es llenado por un hematoma. En el primer día, las células inflamatorias invaden el hematoma y empiezan a organizar el coágulo. El nivel de las fibras afectadas acusará la gravedad de la lesión, pudiéndose clasificarse en cuatro grados:

  • el grado 1 es una lesión con ruptura de pocas fibras musculares, manteniendo intacta la fascia muscular;
  • el grado 2 es una lesión de un moderado número de fibras, también con la fascia muscular intacta;
  • grado 3 es la lesión de muchas fibras acompañada de una lesión parcial de la fascia;
  • grado 4 es la lesión completa del músculo y de la fascia (es decir, ruptura de la unión músculo-tendinosa).

Un ejemplo práctico de lo que puede generar lesiones son los entrenamientos que involucran velocidad, como los intervalos o tiros, más común en atletas de élite. Se predisponen a estos tipos de lesiones, pues la musculatura ejerce un esfuerzo fuerte y continuo durante los intervalos predeterminados del entrenamiento, el músculo puede contraerse excesivamente y perder parte de su capacidad de alargarse. De esta forma, el practicante está predispuesto a sufrir una lesión en las sesiones siguientes o al final del entrenamiento.

Se destaca que los atletas "de fin de semana" son más propensos a traumas graves, pues generalmente realizan un esfuerzo excesivo, sin las debidas preparaciones continuas que son necesarias. Según el Ministerio de Deportes de los cerca de 30 millones de brasileños que practican actividad física los fines de semana, el 70% de esta población la realiza solamente los sábados y domingos, y no con una frecuencia mayor de ejercicio, para garantizar los beneficios de la actividad física al organismo.

10 tipos de lesiones más comunes

  • Calambre: contracción involuntaria y dolorosa de los músculos.
  • Contusión: es un trauma o un golpe en cualquier parte del cuerpo, causando una compresión violenta.
  • La distensión o estiramiento: el estiramiento un resultado de las fibras musculares más allá de su longitud normal. El músculo se distingue y provoca dolor, fiebre ya veces, incapacidad de contraer normalmente.
  • Esguince: el movimiento anormal de una articulación, más allá de lo que los ligamentos puede soportar, lo que resulta en lesiones de los ligamentos. Es el accidente más frecuente en el medio deportivo que afecta, sobre todo rodillas y tobillos. El nombre más común es la "torsión".
  • Fractura: pérdida de la continuidad de un hueso, que puede tener o no desviación. En ese caso, el hueso "agrieta" en dos pedazos y provoca mucho dolor.
  • Hernia: una afección médica que afecta a la columna como resultado de trauma, levantamiento de pesos pesados o con una postura incorrecta o debido a causas desconocidas.
  • Dislocación: desplazamiento anormal de las superficies de contacto de la articulación con los huesos. A veces, más grave que una fractura. Comúnmente, se puede decir que: "Desplacé el hombro".
  • Pubalgia: causada por la realización de un ejercicio extenuante, causando dolor en la región púbica. Puede ser confundida con una distensión muscular pues tiene los mismos síntomas básicos.
  • El síndrome de pinzamiento: se produce cuando los tendones de los músculos del manguito rotador se irritan e inflaman y generan debilidad, dolor y pérdida de la movilidad de los movimientos del hombro.
  • Tendinitis: es la inflamación del tendón (hebra fibrosa o haz de músculos situados en el borde) debido a movimientos repetitivos excesivos. Puede ser confundida con la bursitis, y está presente también en la famosa LER.

¿Cómo prevenir la ocurrencia de lesiones en el deporte?

En primer lugar es fundamental observar algunos criterios antes de adoptar algún deporte específico o ritmo de entrenamiento. A que se considere su adaptación ante la habilidad de determinada práctica deportiva, así como considerar su edad y peso, condicionamiento físico, y otros indicadores que serán la base para que, junto a su entrenador, si opta por un acompañamiento profesional capacitado, atena a 10 aspectos relevantes:

  • Realice una evaluación clínica, física y psicológica;
  • Monte una especificación rigurosa de la sesión programada sin exagerar en el esfuerzo y el tiempo dedicado, balizados conforme a sus límites individuales;
  • Analice los riesgos de cada ejercicio basado en su histórico fisiológico;
  • Haga un entrenamiento específico para cada modalidad, con estiramiento antes y después de cualquier actividad física. Aunque algunos estudios cuestionan la necesidad de esta preparación previa y posterior, muchos expertos todavía lo recomiendan;
  • Conozca las reglas del deporte que se practicará;
  • Utilice los equipos de protección y la ropa adecuada para cada deporte, como cascos, rodilleras, protectores de hombros, tobillo y boca;
  • Elija calzado adecuado para su actividad física. Recuerde que los pies son el punto de apoyo que permiten al individuo adoptar las posturas adecuadas a las diversas actividades físicas. Si el cimiento no es bueno, la construcción puede desmoronarse y esto es lo que puede suceder con el cuerpo humano, además de los dolores en los pies, los tobillos, las rodillas y en la columna;
  • Opte por una superficie de entrenamiento al evitar correr en superficies muy duras, como asfalto y concreto, tanto en aclives como en pendientes. Los pisos de goma son una excelente opción para minimizar la incomodidad y disminuir los impactos sufridos por el cuerpo;
  • Se duerme bien, pues los tejidos musculares usados ​​en el ejercicio son reciclados, removidos y cambiados por nuevos tejidos y células nuevas, para que su cuerpo pueda enfrentarse a una nueva jornada. El sueño que repara el organismo y nos deja preparados para el tejido;
  • Adopte una alimentación adecuada, con carbohidratos, proteínas y grasas, e hidrate su cuerpo antes, durante y después de los entrenamientos.

Al seguir estos consejos usted tendrá los riesgos de lesiones en el deporte considerablemente reducidos y podrá gozar del placer y de los beneficios proporcionados por la práctica deportiva.

Si ocurren lesiones en el deporte, ¿cuáles son las primeras medidas a adoptar?

Antes de todo, es necesario identificar si usted o alguien cercano realmente sufrió una lesión a punto de comprometer la función muscular e interrumpir el entrenamiento, competición u otras actividades que esté realizando.

El síntoma clínico característico es una fisgada seguida de dolor localizado de inicio súbito e intensidad variable, a veces acompañada de un estallido audible, generalmente durante un movimiento que culmina en la interrupción del mismo. La hinchazón local puede formarse después de la lesión, acompañada o no de una deformidad (depresión local).

En las 24 horas posteriores a la lesión, los cuidados serán fundamentales para garantizar un tratamiento efectivo a ser adoptado por el médico responsable. Pero hasta llegar a la atención de urgencia, la persona lesionada debe:

  • Paralizando el movimiento en el lugar totalmente: la estructura dañada deberá quedar en reposo inmediatamente, respetando el dolor del atleta;
  • Colocar compresa de hielo: aplicar hielo en la región lesionada, durante quince minutos, cada dos horas. La bolsa debe estar envuelta por tejido para protección de la piel y se debe hacer un vendaje para la compresión del local. De esta forma, la región afectada tendrá el edema (hinchazón) y el hematoma controlados.
  • La mayoría de las personas que sufren de depresión, que no se sienten atrapadas en el sistema nervioso.

Atención a lo que no debe hacerse:

  • Calor: evitar cualquier forma de calor en la región, pues estimula la circulación local, pudiendo aumentar el edema y hematoma;
  • Alcohol: no ingerir bebidas alcohólicas porque el alcohol tiene características vasodilatadoras;
  • Masaje: no se indica en la fase aguda o inflamatoria, ya que puede aumentar el edema.
  • No utilizar ningún tipo de spray;
  • Después de una lesión, siempre busque un médico. Ciertamente, te encamina a un fisioterapeuta.

El tratamiento y sus resultados

El profesional de salud que cuidará las lesiones en el deporte hará un diagnóstico a partir de la historia clínica detallada del trauma, seguida por un examen físico con la inspección y palpación de los músculos afectados, además de pruebas de función con y sin resistencia externa. Pequeños hematomas superficiales y aquellos que son profundos pueden ser de difícil identificación.

Así, exámenes de imagen como ultrasonido, tomografía computarizada y resonancia magnética propician informaciones útiles para averiguar con precisión la amplitud de la lesión. A continuación, algunas prácticas y orientaciones generalmente se siguen como:

  • Medicamentos: pueden ser recetados están los antiinflamatorios no hormonales y los analgésicos. Estas conductas, que objetivan la disminución del dolor y el control del proceso inflamatorio, pueden ser seguidas por las próximas 24-48 horas. A partir del momento en que estos ejercicios se realizan sin dolor, se podrá iniciar los ejercicios isométricos;
  • Movilización: En la primera fase del tratamiento se debe evitar la movilización del miembro afectado. Si se realiza precozmente puede causar un aumento en el tejido cicatricial. Después de tres a cuatro días, se debe iniciar la movilización, siempre de manera pasiva y después de estiramiento suave y calentamiento de la musculatura. Se favorecer el crecimiento de los vasos capilares, mejor regeneración y organización de las células musculares;
  • Fisioterapia: Después de este período, se introducen las medidas fisioterápicas que incluyen la utilización de ultrasonido pulsado que contribuirá a la regeneración de los tejidos. En la tercera semana, se deben iniciar los ejercicios para la ganancia de fuerza de esta musculatura y amplitud de movimiento de las articulaciones involucradas;
  • Muletas: El paciente debe utilizar un par de muletas para las lesiones musculares más graves de los miembros inferiores, principalmente en los tres a siete días iniciales;
  • Cirugía: en general indicada para rupturas completas de los tendones.

El objetivo del tratamiento de lesiones en el deporte debe ser el retorno en cerca de cinco semanas, siendo la liberación completa al deporte cuando el atleta se encuentre en las mismas condiciones pre-lesión y sentir seguridad para volver a la activa. Persistencia del dolor, es necesaria una nueva consulta con un médico especialista para la correcta reevaluación de la lesión y conducción del tratamiento más adecuado. Es importante resaltar que la rehabilitación adecuada de las lesiones musculares depende de un diagnóstico médico preciso, tratamiento fisioterápico completo y colaboración total del atleta.

Las lesiones en el deporte continúan siendo un tema con varias controversias entre investigadores y profesionales del ramo. Se están estudiando y desarrollando nuevos tratamientos. Pero la prevención con fortalecimiento muscular, estiramiento y equilibrio muscular sigue siendo el mejor "tratamiento".


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