La mujer pierde 40 kilos y revela cómo venció el efecto de Sanfona
¿Tiene algo más frustrante que poco tiempo después de pasar un período tratando de adelgazar y finalmente conseguir perder peso, no dar cuenta de mantener los kilos perdidos y ganarlos de vuelta? Esto cuando además de recuperar el peso perdido, la persona no termina con un peso mayor de lo que poseía antes.
Sí, estamos hablando del llamado efecto sanfona, aquel tan indeseado problema que entorpece a mucha gente que busca entrar o mantener la buena forma. Quien ya pasó por eso sabe cómo es difícil superar la cuestión. Sin embargo, tenemos que decir que eso no es imposible.
Prueba viva de eso es la historia de la americana de la ciudad de For Mill, Sarah Scriven, de 31 años de edad. Después de sufrir con el efecto sanfona durante buena parte de su vida adulta, finalmente logró superar el problema y eliminar los kilos en exceso de manera permanente. ¿Cómo la muchacha fue capaz de hacer eso? ¡Vamos a descubrir ahora!
Lo anterior
Desde la escuela secundaria, Sarah siempre tuvo una vida activa. En la adolescencia se practicaba deportes en su etapa universitaria servido como un jugador de béisbol. Y aún después de que dejó de jugar la modalidad, Sarah continuó a punto.
Sin embargo, su peso en gran parte de su vida adulta constantemente osciló entre los 59 y 91 kg. Este efecto sanfona sucedía porque a pesar de ejercitarse, su alimentación no era de las más sanas y la muchacha amaba saborear pizzas, salchichas y filetes de pollos fritos.
Las cosas funcionaban de la siguiente manera: al alcanzar su peso más alto, Sarah empezaba a hacer una dieta hasta llegar a los 59 kg. Entonces ella era capaz de permanecer en esa franja por cerca de ocho meses ya partir de ahí ganaba de nuevo todos los kilos que ya había eliminado.
"Yo simplemente no podía controlar mis hábitos", explicó la muchacha.
En el año 2011, Sarah se casó y la situación empeoró de una vez. Como ella y su marido se quedaron bastante cómodos, ambos engordaron. Ella acabó ganando aún más peso de lo que solía tener en sus tiempos de efecto sanfona y llegó a poseer alrededor de 98 kg.
La mudanza
Las cosas sólo empezaron a cambiar de figura cuando después de hacer una consulta con su médico, ella oyó que su colesterol era muy alto y que su Índice de Masa Corporal (IMC) la clasificaba como una persona obesa.
"Yo sabía que mi peso era un problema porque no me sentía atractivo, mi ropa no servía y algunos miembros de mi familia ya habían dicho que estaban preocupados conmigo", admitió.
Pero no era sólo eso. En esa época, Sarah y su marido estaban pensando en aumentar la familia y la idea de que el peso por encima del ideal de ambos podría obstaculizar a la mujer a quedar embarazada los dejó preocupados. Así, la pareja decidió que necesitaba cambiar su estilo de vida y crear nuevos hábitos.
Ellos hicieron una planificación para ir al gimnasio seis veces por semana, arrojaron los alimentos procesados, comidas congeladas y salchichas presentes en la heladera y en la despensa. Además, la pareja comenzó a comer con alimentos frescos, investigó algunos recetas en Internet y bajó una aplicación de contador de calorías en el móvil, en el que registraban todo lo que comían.
Para la mujer, esa aplicación fue algo que hizo la diferencia entre ese intento de perder peso y las otras que le traían el efecto sanfona: "Me quedé atónita (ok, en realidad enojada) con la cantidad de calorías que yo estaba consumiendo diariamente . "Yo nunca supe lo que estaba poniendo en mi cuerpo", reveló Sarah.
Junto al método de mejorar los hábitos alimenticios dentro de casa, anotar las calorías y ejercitarse en la academia, los dos también redujeron las salidas para comer. Así, en lugar de ir a restaurantes, la pareja tenía la oportunidad de pasar un tiempo de calidad a solas, buscando recetas o preparando las comidas saludables.
La joven confesó que antes de embarcarse en esa jornada de pérdida de peso con su marido, ella no sabía muy bien cómo cocinar y la mayoría de las comidas que preparaba quedaban sin gracia. Con el tiempo y las investigaciones que los dos hicieron, Sarah aprendió a preparar otros platos además de las ensaladas más básicas.
Hoy ella ya sabe cómo hacer pizza con masa de coliflor y filetes de pollo, que son empanados con farofa de almendras y asados, en vez de fritos, como en la receta original.
El apoyo fundamental
La joven subrayó que durante todo el proceso fue genial tener el apoyo de su marido. Ella dijo que cuando uno de ellos se sentía desanimado, el otro recordaba que ellos estaban perdiendo peso para que pudieran vivir una vida más larga y sana juntos.
"No teníamos una cantidad determinada de peso que queríamos perder, sólo queríamos ser saludables de manera general", afirmó Sarah, que a través del esfuerzo realizado en conjunto con su marido logró volver a los 59 kilogramos.
El nuevo negocio de la familia
Después de haber logrado modificar el estilo de vida, perder peso y hacer los cambios duraderos, la pareja decidió abrir un centro fitness para ayudar a otras personas de su comunidad a alcanzar los mismos objetivos que ellos conquistaron.
Sarah relató que el negocio de ella y del esposo se ha convertido en un éxito y que parte de esa realización debe ser atribuida al hecho de que ellos pueden servir de ejemplos para sus clientes que también desean cambiar de vida.
Los consejos de Sarah
Para quien está pasando por la misma situación que ella enfrentó y desea perder peso de manera definitiva, Sarah deja algunos consejos:
- Tenga a alguien para ayudarle:
Puede ser un amigo, familiar, novio o esposo. La primera sugerencia es que usted tiene a alguien con quien dividir el camino y que pueda animar en aquellos días en que usted no esté muy bien. Y por supuesto, usted debe hacer lo mismo por esa persona cuando lo necesite.
"Mi marido realmente me ayudó a mantenerme en el camino", dijo.
- No haga dietas a corto plazo:
Hablando como una persona que pasó varias veces por el efecto sanfona, Sarah enfatizó que para que la pérdida de peso sea permanente es necesario tener la conciencia de que el proceso deberá necesariamente ser una cosa que cambiará su vida para siempre.
Es decir, basarse en dietas rápidas y / o restrictivas que prometen efectos a corto plazo no es la respuesta para obtener un cambio duradero, ya que estos métodos tienen plazo de validez y una hora u otra el peso perdido se recupera de nuevo, causando el no deseado efecto sanfona.
"Sé cuán importante es desarrollar nuevos hábitos. No hay plazo de validez en esa dieta, subrayó.
- Disfruta la vida nueva:
Estar neurótico todo el tiempo con la diferencia que aparece o no en la balanza puede hacer su camino aún más complicado de lo que ya es y impedir que miren a los otros lados positivos de tener una vida más sana.
De esta manera, otra sugerencia de Sarah es que usted no se centra en la pérdida de peso y aproveche los demás aspectos de su proceso: "En vez de eso, trate de sentir la diferencia en su cuerpo a medida que progresa. Concentrarse en cosas como la cantidad de energía que estás ganando, la disminución del tamaño de tus pantalones, el hecho de conseguir mareado durante más tiempo o levantar pesos más pesados.
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