4 Tácticas para Acabar con el Vicio en Refrigerantes
No es novedad para nadie que los refrescos no hacen nada bien a la salud del organismo humano. Se clasifican dentro del grupo de las calorías vacías, alimentos cuyas calorías traen muy poco o ningún nutriente, que sólo aumentan la cantidad de energía del cuerpo, que cuando está en exceso se almacena como grasa, provocando así el aumento de peso.
Además, la bebida eleva el riesgo de ataque al corazón en los hombres, hace que el índice de grasa en la sangre de las mujeres crezca y aún puede ser uno de los factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades como la osteoporosis y la diabetes del tipo 2.
Y se engaña quién piensa que la versión diet del producto es mucho mejor que la original. Una investigación realizada por la Universidad de Minnesota en Estados Unidos, que involucró a unos 10.000 individuos adultos, descubrió que consumir simplemente una porción de refrigerante diet al día eleva en un 34% el riesgo de desarrollar el síndrome metabólico, condición que abarca síntomas como la grasa abdominal y colesterol alto y que puede causar enfermedades en el corazón.
Otro estudio, esta vez hecho por el Centro de Ciencias de la Salud de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, verificó que tomar dos latas o más de refrigerante diet diario aumentó en un 500% el tamaño de la cintura.
Y de acuerdo con la alerta de PhD y profesora de nutrición de la Universidad de Nueva York, en Estados Unidos, Marion Nestle, son pequeñas las evidencias que muestran que la versión dietética del refrigerante puede ayudar a las personas a controlar o disminuir el peso.
Esto sin contar que la bebida también causa caries en los dientes y perjudica los riñones. Siendo así, no tenemos para dónde escapar: tomar refrigerante es pedir para hacer mal a la salud y buena forma. ¿La solución? Ciertamente es reducir lo máximo que pueda, o incluso eliminar de vez, el consumo de la bebida.
Sin embargo, para quien ya está acostumbrado hace bastante tiempo con el hábito de tomar refrigerante e incluso ha desarrollado un vicio, disminuir la cantidad de la bebida que toma o cortarla de una vez es una tarea más complicada.
Pero eso no significa que sea imposible. Vamos a ver una lista con cuatro tácticas que prometen ayudar a acabar con el vicio en las bebidas gaseosas. ¿Y sabe por qué pueden realmente salir bien? Porque ellas se enfocan directamente en los puntos que pueden estar impulsando a exagerar en el consumo de la bebida. A continuación se muestra:
1. Buscar reponer las energías de otra manera
Una de las motivaciones para que usted consume tanto refrigerante puede ser la necesidad de aumentar o reponer las energías de su organismo. De este modo, una táctica para atacar el origen del problema es sustituir la bebida por otras. Por ejemplo, usted puede ser estimulado y quedarse con más energía con la cafeína, al tomar café o una taza de té, que también poseen antioxidantes que protegerán su organismo contra enfermedades, a diferencia de los refrescos que le dejan más susceptible a sufrir con problemas De salud.
Sin embargo, cuando se endulce una de estas bebidas, utilice un edulcorante a base de un extracto de planta o una cucharadita de miel, y olvide el azúcar de mesa.
Otra buena alternativa para mantenerse con energía durante todo el día y no recurrir al refrigerante o no convertirse en dependiente de la cafeína es tener una buena noche de sueño, que te permita descansar la cantidad de horas que necesitas para despertar con disposición al día siguiente .
2. Evitar las caídas en las tasas de azúcar de la sangre
Irritación, temblor, vértigo y sentirse sobrecargado por el estrés del día a día son síntomas de que hay algo mal con sus glándulas adrenales, cuya responsabilidad es producir más azúcar en su organismo mientras usted pasa por un período de estrés.
Sin embargo, de acuerdo con el médico y escritor del libro guía completa para vencer la adicción de azúcar (guía completa para poner fin a la adicción de azúcar, traducción libre), Jacob Teitelbaum, cuando se activan constantemente terminan siendo agotado con tanto trabajo. Con eso, usted puede sufrir con una caída en los niveles de azúcar en su sangre y no tener acceso a las hormonas necesarias para controlar la situación.
El problema es que existe la posibilidad de que usted recurra a alimentos con niveles muy altos de azúcar para compensar la falta de la sustancia. Y si el refrigerante es una de las bebidas que usted aprecia, la oportunidad de que usted termine el día consumiendo por lo menos una taza de la bebida no es pequeña.
Para evitar que esto ocurra la recomendación del médico es intentar disminuir lo máximo que pueda los factores del día a día que te dejan estresado. Por ejemplo, usted puede evitar peleas y discusiones al máximo, programar para salir temprano de casa y evitar retrasos y organizarse para no acumular mucho trabajo en la oficina y / o universidad.
El especialista también orienta a no saltar comidas, lo que causa oscilaciones en el nivel de azúcar sanguíneo, y hacer tres comidas al día, intercaladas por dos aperitivos. Otra indicación del escritor es repartir el consumo de proteínas a lo largo del día y mantener opciones de refrigerios saludables a mano, como las nueces y las pasas.
Mientras que las nueces están compuestas por grasas saludables que desaceleran la absorción del azúcar, las pasas proporcionan azúcares naturales que ayudarán a su tasa de la sustancia en la sangre a volver a estar controlada.
Ya para restaurar sus glándulas adrenales, la sugerencia del médico es tomar suplementos de vitamina C y vitamina B5 o tomar té de regaliz.
3. Comprobar si los hongos no son el problema
Los que sufren con condiciones como sinusitis, congestión nasal o síndrome del intestino irritable pueden sentir la necesidad de consumir azúcar y recurrir al refrigerante por la levadura (hongos formados por una sola célula) o por el crecimiento exagerado del hongo Candida en el tracto intestinal.
En estos casos, la solución para acabar con los hongos es tomar un buen probiótico, preferentemente elegido con la orientación de su médico de confianza, y disminuir la ingesta de azúcar. Para no sufrir tanto con la falta del refrigerante, el médico Teitelbaum recomienda encontrar bebidas sustitutivas como té con el edulcorante stevia, canela y nuez moscada, agua con infusión de frutas o seltzer, que es un agua gaseosa.
4. Asegurarse que no es una cuestión hormonal
La Tensión Pre-Menstrual (TPM), la premenopausia y las oscilaciones hormonales pueden causar insomnio, dolor de cabeza, fatiga y depresión moderada. Estos son factores que estimulan la voluntad de consumir azúcar y pueden hacer que el refrigerante marque presencia constante en sus comidas.
Una solución a este problema es hablar con el médico y encontrar medios para reforzar la presencia de la hormona estrógeno en el organismo, que aumenta la tasa de sustancias químicas del cerebro como serotonina, dopamina y noradrenalina, responsables de la sensación de bienestar.
Los alimentos que también puede contribuir son el edamamo - un plato común en Japón, Hawai, China y Corea, que se prepara a partir de los granos de soja de la vaina - y la leche de soja. Esto porque la soja posee compuestos orgánicos llamados isoflavonas, que ejercen la misma acción que el estrógeno ofrece al cuerpo humano.
¿En cuánto tiempo me veré libre de la adicción?
Conforme a lo que el médico Jacob Teitelbaum dijo, cuando el origen real del vicio es atacado de manera eficaz, se lleva de 7 a 10 días para deshacerse del problema. Y eso no quiere decir necesariamente que usted nunca más colocará una gota de refrigerante en su boca. Usted incluso podrá tomar una vez u otra, pero lo hará de manera mucho más controlada.
De acuerdo con la profesora-asistente de la clínica de nutrición del Centro Médico del Sudoeste de la Universidad de Texas, en Estados Unidos, Londa Sandon, lo ideal es tomar cualquier tipo de refrigerante con moderación. "Con eso, no quiero decir en toda comida o todos los días. Reservelos para las ocasiones especiales ", explicó.
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