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9 Síntomas de intolerancia a gluten

El gluten es uno de los componentes más abundantes en la mayoría de los pueblos alrededor del mundo, principalmente en los de origen europeo. En Europa, el consumo medio diario de gluten es alrededor de 10 a 20 gramos, llegando en algunos lugares a alcanzar 50 gramos o más.

En función de esto, incluso las personas con bajo riesgo de tener síntomas de intolerancia a gluten acaban siendo susceptibles a desarrollar alguna forma de reacción al gluten durante la vida.

Vamos a ver algunas informaciones sobre este problema alimenticio, 9 síntomas de intolerancia a gluten y entender cómo es posible controlar esta enfermedad.

¿Qué es el gluten?

Muchas personas experimentan problemas de salud y trastornos digestivos relacionados con el consumo de trigo y de gluten. Existen, básicamente, tres condiciones médicas que pueden explicar este tipo de problema: la alergia al trigo, la intolerancia al gluten (enfermedad celíaca) y la sensibilidad no celíaca al gluten.

Para que se realice un diagnóstico correcto, es importante que se busque la orientación de un médico, pues algunos de los síntomas pueden ser parecidos, causando confusión en la identificación del problema.

La alergia al trigo es una respuesta del sistema inmunológico relacionado con las proteínas presentes en el trigo, incluyendo el gluten, siendo más común en los niños. La enfermedad celíaca es una respuesta del sistema inmunológico relacionada directamente al consumo de gluten que está presente en diversos alimentos. Y, por fin, existe un tipo de sensibilidad al gluten que causa los mismos síntomas de la enfermedad celíaca, pero estos pacientes no poseen enfermedad celíaca y ni alergia al trigo. Algunas investigaciones todavía están tratando de identificar las reales causas biológicas de esta condición.

El gluten es una proteína presente en innumerables alimentos, entre ellos los cereales como el trigo, el centeno, la cebada y la avena, siendo el principal complejo proteico de la estructura del trigo. La introducción de los granos como alimentos en la dieta comenzó hace más de 10.000 años con el advenimiento de la agricultura, creando condiciones para el desarrollo de enfermedades relacionadas con la exposición al gluten.

El trigo forma parte de la alimentación de muchos países, siendo comercializado y procesado en forma de pan, pastas, harinas y muchos otros productos. Este grano es uno de los más consumidos alrededor del mundo, poseyendo su mayor disponibilidad como harina de trigo.

Los estudios muestran que el gluten tiene dos fracciones proteicas consideradas tóxicas, las gliadinas (que son solubles en alcohol) y las gluteninas (que son insolubles en alcohol). Estas dos fracciones tienen un alto contenido en glutamina y prolamina. La gliadina es la fracción con mayor cantidad de componentes tóxicos. A pesar de ello, estas proteínas desempeñan un papel fundamental en la calidad de panificación del trigo, proporcionando elasticidad, cohesión, viscosidad y aumentando la capacidad de absorción de agua de la masa.

El gluten es digerido de forma débil por el aparato gastrointestinal, pues las moléculas de gliadina que no son digeridas son resistentes a la degradación por las enzimas pancreáticas, gástricas y del intestino delgado. Estas, a su vez, atravesan la barrera epitelial del intestino cuando ocurren infecciones intestinales o cuando la permeabilidad del mismo está aumentada, generando diversas reacciones autoinmunes.

¿Qué es y cuáles son los síntomas de intolerancia a gluten?

La intolerancia al gluten es un problema bastante común y es una intolerancia permanente relacionada con fragmentos de polipeptídicos del gluten, siendo considerada una enfermedad crónica del intestino delgado, de carácter autoinmune. La forma más severa de intolerancia al gluten es llamada enfermedad celíaca. Se cree que alrededor del 1% de la población es afectada por esta enfermedad autoinmune y que aproximadamente el 0, 5% al ​​13% de las personas tienen sensibilidad no celíaca al gluten.

Este problema causa una reacción inmune que lleva a una inflamación del intestino delgado ya una atrofia total o subtotal de las vellosidades de la mucosa del intestino delgado, generando una mala absorción de la gran mayoría de los nutrientes, entre ellos el hierro, el calcio, el ácido fólico y las vitaminas liposolubles A, D, E y K.

La manifestación de esta intolerancia no depende sólo de la presencia del gluten en la alimentación, pero también dependerá de factores genéticos, inmunológicos y ambientales. En un principio, la enfermedad celíaca fue considerada un síndrome de mala absorción rara en la infancia, siendo actualmente reconocida con una enfermedad común y que puede manifestarse en cualquier órgano o sistema más allá del tracto intestinal, con apariciones de diversos síntomas y pudiendo ocurrir a cualquier edad.

Algunas investigaciones muestran que la intolerancia al gluten tiene mayor incidencia en niños y en adultos aparentemente sanos. En función de la falta de diagnósticos, se cree que este problema es más común de lo que se imagina, pues muchos pacientes pueden permanecer sin diagnóstico por períodos prolongados. Esto ocurre en función de la falta de información sobre la enfermedad y también debido a la dificultad de acceder a medios diagnósticos, reduciendo las posibilidades de tratamiento.

Normalmente, los pacientes con enfermedad celíaca presentan síntomas de intolerancia a gluten desde hace muchos años, y muchos buscan ayuda médica en función de la cantidad y variedad de síntomas incluso antes del diagnóstico de la enfermedad. Muchos pasan por diversos exámenes, hospitalizaciones y procedimientos quirúrgicos antes del diagnóstico, quedando, incluso, expuestos al riesgo de complicaciones a largo plazo, como por ejemplo, problemas de infertilidad o linfoma no Hodgkin.

¿Cuáles son los principales síntomas de intolerancia a gluten?

La enfermedad celíaca presenta, básicamente, cuatro tipos: el tipo clásico, el no clásico, el asintomático y el latente. En la enfermedad celíaca clásica, los síntomas son más frecuentes y la enfermedad ya se manifiesta en los primeros años de vida, presentando diarrea crónica. En el tipo no clásico, los síntomas aparecen después de años y algunos de los síntomas son ausentes o, cuando no están presentes, son poco relevantes.

Para el tipo asintomático, los pacientes presentan alteración del cuadro histopatológico del intestino delgado, pero no presentan síntomas. Y, por fin, en el tipo latente, los pacientes presentan, en determinado momento, las características y los síntomas de la enfermedad al consumir el gluten, pero en otros momentos, presentan atrofia subtotal de las vellosidades intestinales.

Los síntomas de intolerancia a gluten son cuadros de diarrea crónica, vómitos, anorexia, irritabilidad, falta de apetito, reducción de peso, dolor y distensión abdominal, déficit de crecimiento, compromiso del estado nutricional, alteración del humor, palidez por anemia por anemia deficiencia de hierro, atrofia de la musculatura glútea, constipación intestinal, osteoporosis, esterilidad, entre muchos otros.

1. Desconocimiento abdominal - hinchazón y gases

Uno de los síntomas de intolerancia a gluten más presentes es la incomodidad abdominal. La mayoría de los pacientes presentan exceso de gases, diarrea, estreñimiento, vientre hinchado y gran incomodidad abdominal, ya que las células del intestino se dañan y esto da mala absorción de vitaminas y minerales. Esta incomodidad es recurrente y aparece siempre después de la ingestión de pan, pasteles o masas, causando también dolor.

Aunque la hinchazón y la incomodidad abdominal son muy comunes y pueden ser síntomas de diversos otros problemas, están bastante relacionados con la intolerancia al gluten. Un estudio mostró que el 87% de las personas que sospechan de una sensibilidad al gluten presentan el síntoma de hinchazón y malestar abdominal.

2. Alteraciones intestinales - diarrea y estreñimiento

Las alteraciones intestinales son bastante comunes a varios problemas, pero forman parte de los síntomas de intolerancia a gluten más comunes. La intolerancia al gluten puede generar diversas alteraciones intestinales, entre ellas diarrea crónica o incluso estreñimiento en algunos casos. Esto ocurre en función de los daños causados ​​a las paredes del intestino, provocando la mala absorción de los nutrientes y resultando en incomodidad digestiva.

El paciente puede tener un aumento del volumen de las heces o presentar un aumento de la frecuencia de las evacuaciones a lo largo del día. Las investigaciones muestran que más del 50% de los pacientes con sensibilidad al gluten presentan síntomas de diarrea y cerca del 25% presentan síntomas de constipación.

3. Pérdida de peso

Los daños causados ​​a las paredes del intestino perjudican la absorción de los nutrientes, perjudicando el funcionamiento adecuado del metabolismo. Además, en función de los innumerables síntomas de incomodidad intestinal, el paciente pasa a no alimentarse correctamente, llevando la reducción rápida de peso en muchos casos.

4. Dolores de cabeza

Los dolores de cabeza y las migrañas son bastante comunes para cualquier persona, pero cuando estos aparecen con cierta frecuencia pueden formar parte de los síntomas de intolerancia a gluten. Los estudios muestran que las personas con sensibilidad al gluten son más propensas a tener dolores de cabeza y migrañas.

5. Cansancio y falta de disposición

Sentir cansancio y falta de disposición con cierta frecuencia puede ser una señal de que el organismo no está bien. Las personas con intolerancia al gluten son más propensas a sentir fatiga, cansancio y falta de disposición, principalmente después del consumo de alimentos que contienen gluten. Los estudios muestran que el 60% al 82% de las personas con intolerancia al gluten presentan estos síntomas.

6. Problemas de absorción de nutrientes

La intolerancia al gluten puede causar la baja absorción de nutrientes en el organismo y este problema puede generar varios otros síntomas. Cuando el cuerpo no recibe adecuadamente los nutrientes, el sistema inmunológico queda comprometido y muchas funciones del metabolismo quedan perjudicadas. Los síntomas de cansancio y fatiga son los primeros en aparecer, seguidos por otros problemas de salud.

7. Cambios del humor

El paciente puede tener muchas alteraciones de humor debido a la intolerancia al gluten, presentando nerviosismo, irritabilidad, falta de paciencia, principalmente debido a los síntomas que causan mucha incomodidad y también debido a la baja absorción de nutrientes, que puede perjudicar la producción de sustancias que aumentan el bienestar, como es el caso de la serotonina. En casos más graves, el paciente puede incluso presentar un cuadro de depresión y de ansiedad.

8. Desarrollo de enfermedades como la osteoporosis y la anemia

Muchos pacientes pueden desarrollar enfermedades cuando los síntomas persisten por muchos años. La baja absorción de nutrientes puede causar una deficiencia en muchas vitaminas y minerales que son fundamentales para el organismo. Entre las muchas enfermedades que pueden surgir están la osteoporosis, que es causada por la deficiencia de calcio, y la anemia, que es causada por la deficiencia de hierro.

9. Problemas en el desarrollo de niños y adolescentes

Cuando los niños y adolescentes presentan un cuadro de intolerancia al gluten, éstas pueden sufrir problemas en el desarrollo corporal y también en algunas funciones metabólicas. Los niños pueden presentar una baja estatura, causada por la mala absorción de nutrientes, y los adolescentes pueden presentar problemas de retraso para entrar en la pubertad y cambios en los ciclos menstruales de las niñas.

conclusión

El gluten está presente en diversos alimentos que se consumen diariamente en nuestras dietas. Esta proteína, sin embargo, puede causar una reacción del sistema inmunológico. Entre los síntomas de intolerancia a gluten están la incomodidad abdominal, el cansancio, los dolores de cabeza y los cambios intestinales. Es importante que los síntomas sean analizados por un médico para que se haga el correcto diagnóstico del problema y para que se defina el tratamiento más adecuado.

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