7 Remedios para Aumentar la Inmunidad Más Usados
Con el aumento de los niveles de estrés, de exceso de peso y también con la reducción de la calidad de vida de las personas en la sociedad moderna, también hubo un aumento expresivo de varios problemas de salud.
Cuando el cuerpo tiene una inmunidad baja, aumentan las posibilidades de desarrollar diversas enfermedades, tales como gripes, resfriados, infecciones, entre otras. Por este motivo, es importante que se busque alternativas para ayudar en el fortalecimiento del sistema inmunológico, ya sea a través de algunos cambios en el estilo de vida, ya sea a través del uso de medicamentos o suplementos.
Vamos a conocer cuáles son los principales remedios para aumentar la inmunidad, cómo resolver el problema de inmunidad baja y cuáles son los suplementos más utilizados para quienes desean mejorar la salud.
¿Qué es el sistema inmunológico y cómo funciona?
El sistema inmunológico está formado por una compleja red de moléculas y de células que están en todo el organismo y que poseen la capacidad de reconocer de forma específica algunas estructuras moleculares llamadas de antígenos, y que, de esta forma, pueden desarrollar una respuesta ante estos estímulos, provocando la destrucción o inactivación de estas estructuras.
Así, el sistema inmunológico es un eficaz sistema de defensa del cuerpo humano contra la entrada de microorganismos o contra la transformación maligna de las células.
La función de defensa del sistema inmunológico es fundamental para evitar el desarrollo de enfermedades como infecciones y tumores. Esta capacidad de defensa se produce mediante la activación de algunas células, que incluyen los linfocitos, además de realizar la producción de anticuerpos. Cuando este sistema de defensa no es adecuado, cuando es el caso del problema de inmunidad baja, el organismo puede sufrir reacciones inflamatorias y daños orgánicos significativos.
El sistema inmunológico está formado por proteínas que representan de 20 a 25% la concentración de proteínas plasmáticas totales y su componente celular representa aproximadamente el 15% de las células corporales. El componente celular del sistema inmunológico está formado por diferentes linfocitos que poseen características morfológicas y funcionales muy diferentes. En este grupo están los linfocitos B y T que actúan en conjunto en la respuesta inmune.
Además, este sistema posee un componente soluble en el que se encuentran las inmunoglobulinas, que son moléculas formadas a partir de la diferenciación de los linfocitos B en las células plasmáticas. Las regiones de las inmunoglobulinas son limitadas y pueden identificarse por cinco tipos: IgG, IgA, IgM, IgD e IgE (Inmunoglobina E). La resistencia a las infecciones se da principalmente en función de la presencia de niveles séricos suficientes de inmunoglobulinas tanto a nivel plasmático como tisular.
La idea de aumentar la inmunidad y mejorar el sistema de defensa del organismo es algo posible, pero bastante complejo, ya que este sistema, para funcionar bien, necesita un equilibrio en varios sectores. Muchas cuestiones relacionadas con la inmunidad no han sido totalmente desveladas y, por el momento, no existe una evidencia completa que conecte la función inmunológica al estilo de vida, pero algunos indicios que muestran esta relación.
Algunas investigaciones, por ejemplo, ya muestran una relación entre los efectos de la dieta, los ejercicios, la edad, el aumento del estrés, además de otros factores que pueden estar involucrados en los resultados del sistema inmunológico. La adopción de estrategias para tener una vida más sana sigue siendo la mejor forma de mantener el sistema inmune funcionando correctamente, pero algunos medicamentos también pueden ser indicados para ayudar en este proceso.
¿Cuáles son los remedios para aumentar la inmunidad más utilizados?
Los diversos factores que influyen en la modificación del comportamiento del sistema inmunológico, entre ellos la edad, los factores genéticos, factores ambientales, metabólicos, fisiológicos, factores nutricionales, microbiológicos, entre muchos otros.
En personas más jóvenes y en ancianos es posible observar una mayor susceptibilidad en el desarrollo de infecciones, debido a la inmunidad baja. Además, muchos otros factores pueden impactar en la mayor o menor capacidad del sistema de defensa del organismo en actuar.
Los efectos perjudiciales de los bajos niveles de nutrientes en el organismo, entre ellos de minerales, aminoácidos y vitaminas del complejo B, pueden generar innumerables problemas de salud. La reducción de la ingesta de proteínas y la deficiencia de hierro también están bastante asociadas a un aumento en el desarrollo de infecciones. La deficiencia de zinc y la de magnesio también están relacionadas con la inmunidad baja.
Hay muchas formas de apoyar el aumento de la inmunidad, como la práctica regular de ejercicios físicos, el aumento de la ingesta de alimentos nutritivos, además del uso de suplementos y remedios para aumentar la inmunidad. Vamos a conocer cuáles son los más comunes y saber cómo usar en el día a día algunos medicamentos, suplementos y remedios naturales:
1. Própolis
El propóleo es una sustancia producida por las abejas usando la propia cera y resinas de diferentes plantas, y se utiliza para auxiliar en la defensa de la colmena contra bacterias, virus y hongos. Esta sustancia posee innumerables beneficios a la salud, poseyendo propiedades antisépticas y pudiendo ser usado en el tratamiento de heridas, en el fortalecimiento del sistema inmunológico, en el tratamiento de enfermedades de las vías respiratorias, entre otros.
El propóle se puede encontrar fácilmente en tiendas especializadas de productos naturales en forma de spray o en gotas.
2. Suplementos de vitamina D
Las investigaciones muestran que los niveles sanos de vitamina D en el organismo pueden ayudar a prevenir toda infección. Para que el cuerpo pueda producir este nutriente es necesaria la exposición a la luz solar, pero muchas personas no alcanzan niveles suficientes y acaban quedando con una deficiencia de esta vitamina. Con eso, suplementos de vitamina D pueden ser importantes remedios para aumentar la inmunidad. La dosis media recomendada por día para un adulto es entre 5.000 UI y 10.000 UI.
3. Suplementos de omega 3
Otros nutrientes que pueden contribuir de forma significativa en el fortalecimiento de la inmunidad son los ácidos grasos omega 3. El omega 3 es fundamental para ayudar a la vitamina D a funcionar de forma ideal, además de evitar la deficiencia de esta vitamina.
La suplementación con este ácido graso aumenta la actividad de las células blancas que son responsables de capturar las bacterias patógenas. Este ácido graso también ayuda a proteger el organismo contra las gripes, resfriados y otras infecciones del tracto respiratorio.
4. Probióticos
Los productos probióticos contienen bacterias que actúan de forma benéfica en el organismo y que habitualmente habitan el intestino. Más del 70% del sistema inmunológico es controlado por el sistema gastrointestinal, donde estas bacterias son fundamentales para mejorar la digestión y también proteger el organismo contra microorganismos patógenos.
5. L-lisina
La L-lisina es un aminoácido esencial y que se vende en forma de suplemento y puede servir como un remedio para aumentar la inmunidad. La L-lisina puede ser tomada vía oral, trae innumerables beneficios a la salud y también tiene pocos efectos colaterales. Los estudios muestran que la L-lisina puede reducir el surgimiento del herpes, de los problemas de ansiedad, además de tener la capacidad de auxiliar en el tratamiento de los diversos tipos de cáncer.
6. Suplementos de minerales
Los suplementos que contienen minerales como el selenio y el cinc pueden contribuir de forma muy eficaz como medicamentos para aumentar la inmunidad. Diversas investigaciones muestran que el cinc puede reducir la duración de las infecciones relacionadas con el tracto respiratorio. Otra investigación relacionada con el selenio muestra que este mineral ayuda a reducir el riesgo de desarrollo de enfermedades como el cáncer de vejiga, de mama, de intestino, pulmón, próstata, entre otros. Se recomienda la ingestión de al menos 200 mcg por día de selenio y de 50 mg al día de cinc.
7. Estimoral
El estimoral es un medicamento vendido en envases de 14 ó 28 comprimidos que contiene 3 mg de lisado bacteriano. El estimoral actúa de forma a estimular el sistema inmunológico aumentando la resistencia del organismo a las infecciones del tracto respiratorio, incluyendo los problemas de rinitis, sinusitis, faringitis, laringitis, bronquitis, otitis y en sus formas compuestas, tanto en niños como en adultos. Este medicamento sólo debe utilizarse con la orientación médica.
8. Vitamina C
La vitamina C es ciertamente uno de los suplementos más famosos y consumidos para aumentar la inmunidad. En los últimos años, algunas investigaciones cuestionaron la eficacia de estas vitaminas en evitar las gripes y los resfriados. El tema sigue siendo polémico pero parece haber un consenso mayor que tomar 1000 mg de vitamina C al día ayuda en la recuperación de una persona ya resfriada.
Tiene propiedades antivirales y de estímulo al sistema inmunológico. En la práctica, la persona se queda menos tiempo sufriendo con el resfriado, la recuperación es más rápida. Esta vitamina es un poderoso antioxidante, además de tener la capacidad de conectarse a materiales tóxicos evitando que influencien negativamente en el organismo.
9. Astrágalo
Esta hierba china es famosa por sus propiedades de estimular el sistema inmunológico. Se recomienda el consumo de 1000 mg o más al día para estimular las células blancas de la sangre, tanto para prevenir cuanto para luchar contra infecciones. Algunas investigaciones indican que los resultados empiezan a aparecer después de 6 a 8 semanas de uso. Entonces, no es un suplemento de uso inmediato y puntual. Tiene más sentido el uso continuo como estrategia de fortalecimiento de la inmunidad general.
conclusión
El sistema inmunológico está formado por una compleja red de moléculas y células, siendo un eficaz sistema de defensa del cuerpo humano contra la entrada de microorganismos o contra la transformación maligna de las células, actuando de forma a evitar el desarrollo de enfermedades como infecciones y tumores.
El aumento de los niveles de estrés y, principalmente, la baja calidad de la alimentación implican de forma considerable en la reducción de la capacidad del sistema inmunológico en actuar. Hay muchas formas de fortalecer el sistema inmune, incluyendo el uso de medicamentos para aumentar la inmunidad y que pueden mejorar bastante la salud.
Referencias adicionales:
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