Cómo el ejercicio físico mejora su rendimiento en el trabajo
Cuando la gente piensa sobre los beneficios del ejercicio físico, tienden a concentrarse sólo en lo que se refiere a los resultados físicos, es decir, el cuerpo y la salud.
Baja presión arterial, un corazón más sano, un cuerpo más atractivo, etc. Pero a lo largo de la última década, los científicos han reunido pruebas convincentes que sugieren que hay beneficios diferentes y más inmediatos del ejercicio físico regular: su impacto en la forma en que la gente piensa.
Los estudios indican que el poder mental está directamente ligado a su físico. Y en ningún lugar las implicaciones son más que relevantes para el funcionamiento en el trabajo.
Beneficios para el trabajo
Considere las siguientes ventajas cognoscitivas que usted puede esperar como resultado de la incorporación del ejercicio físico en su rutina:
- Mejora la concentración;
- Aprendizaje más rápido;
- Resistencia mental prolongada;
- Creatividad reforzada;
- Ayuda a combatir el estrés.
El ejercicio físico también ayuda a mejorar el humor, lo que tiene gran influencia en la calidad de su trabajo. Por supuesto, su trabajo requiere que usted construya conexiones interpersonales y colabore con los demás.
Dentro de este contexto, si se siente irritado no es sólo una inconveniencia, ya que esto puede influir directamente en su éxito profesional.
También hay evidencias que sugieren que el ejercicio físico practicado regularmente puede mejorar su rendimiento. Por ejemplo, los resultados de un estudio realizado por la Metropolitan University, universidad en Londres, Inglaterra, que investigó la influencia de la práctica del ejercicio físico durante el día en personas que trabajan en oficinas y que tienen acceso gratuito a una academia de la empresa.
¿A quién no le gustaría tener pesos y clases de yoga gratis en la oficina? Pero eso realmente hace alguna diferencia?
Estudio y productividad
Dentro de este estudio, fueron investigados más de 200 empleados de varias compañías y se les pidió que informaran su desempeño diario. Entonces analizaron las fluctuaciones entre cada empleado, comparando su producción en los días en que ellos practicaban ejercicio físico y en los días que no.
Aquí está lo que ellos descubrieron: En los días en que los empleados iban a la academia, su producción en el trabajo era mucho mejor. Ellos relataron que gestionaron su tiempo de forma más eficaz, siendo más productivos, y teniendo interacciones más agradables con sus colegas.
Otro factor importante es que ellos dijeron que regresaron a casa sintiéndose más satisfechos al final del día.
Desafíos y qué hacer
¿Con todo estos beneficios, lo que impide a las personas practicar actividad física con mayor frecuencia?
Para muchos la respuesta es simple: no tiene tiempo, y con toda certeza, esta es una explicación legítima. Hace semanas que el trabajo es abrumador y los plazos terminan con la vida de las personas.
Sin embargo, el hecho es que cuando dicen que no hay tiempo para practicar la actividad física, es porque no la consideran una prioridad de acuerdo al tiempo que tienen disponible.
Es por eso que esta investigación se centró en los beneficios cognitivos del ejercicio físico para hacerlo aún más atractivo, ya que permite a las personas trabajar con más eficiencia, siendo más productivas.
Y aún así, muchas personas continúan viendo el ejercicio físico como un lujo, algo que haría sólo si tuviera más tiempo. En vez de eso, su práctica es algo que se hace para sí mismo, como una indulgencia personal que le quita de su trabajo, por lo que es hora de considerar el ejercicio físico como parte de su trabajo.
La alternativa, que implica el procesamiento de información de forma más lenta, olvidando las cosas con mayor frecuencia, y consecuentemente se siente frustrado con mayor frecuencia, hace a la persona menos eficiente en el trabajo y hace que la convivencia con sus colegas sea más difícil .
¿Cómo se puede incorporar el ejercicio físico en su rutina?
Vea algunas sugerencias basadas en encuestas.
1. Identifique una actividad física que realmente le guste
Hay muchas maneras de practicar ejercicios físicos durante su día a día sin tener que quedarse horas corriendo en una estera. Encuentra una actividad física que puedas divertirte, que tenga placer en practicar, como natación, tenis, danza, fútbol, etc. Es más probable que continúes practicando si es algo que realmente te guste.
Una serie de estudios recientes también sugieren que lo que las personas sienten durante el ejercicio puede influir en el grado en que beneficia su salud. Cuando el ejercicio físico es visto como algo que se hace por diversión, es más fácil que después la persona resista a los alimentos que no son saludables. Pero cuando la misma actividad física es vista como una tarea, una obligación, es mucho más difícil decir no a los alimentos que engordan, presumiblemente porque toda la fuerza de voluntad ya fue usada durante el ejercicio.
2. Invierta en la mejora de su rendimiento
En vez de pensar sólo que usted tiene que practicar algún ejercicio físico, se concentre en dominar algún tipo de actividad, coloque metas, que de acuerdo a los psicólogos, es visto como algo que define los objetivos centrados y hace que las personas alcancen nuevos niveles de competencia.
Entonces, contratar a un entrenador, inscribirse en una clase y comprar la ropa y / o el equipo adecuado puede ayudarte de varias maneras.
La inversión financiera adicional aumentará su nivel de compromiso, mientras que las ganancias constantes de rendimiento ayudarán a mantener su interés a largo plazo.
3. Entre a un grupo, un equipo, equipo
Una recomendación para quien está aspirando a ser un frecuentador de academia, es encontrar un régimen de ejercicios que involucra a otras personas. Socializar hace el ejercicio más divertido, lo que mejora las posibilidades de que usted siga practicando, y también es mucho más difícil de volver atrás, abandonando a un amigo o al entrenador.
Pero hay otra parte de esta investigación, que es mejor considerar antes de inscribirse en una clase de gimnasia. Los estudios indican que no todas las actividades de grupo son igualmente eficaces a la hora de mantener el interés, ya que las personas tienden a ser más propensas a no desistir cuando los demás dependen de su participación.
Como ejemplo, piense en las clases de yoga o pilates. Cada una involucra tareas individuales que exigen que el alumno trabaje solo, aun estando en presencia de otros. Ambas actividades técnicamente ocurren dentro de un contexto de grupo, sin embargo, en esos casos, el "grupo" se describe de forma más precisa como un colectivo.
La investigación sugiere que si usted está buscando establecer una rutina, si ejercitar como parte de un colectivo es mejor que solo, pero no es tan eficaz como el ejercicio en que usted forma parte de un equipo. Por eso, considere el voleibol, fútbol, baloncesto, entre otras actividades colectivas, en que sus esfuerzos contribuyan directamente al éxito de un equipo, y si no, otros sufrirá.
Independientemente de cómo usted pondrá su ejercicio físico en su rutina, no olvide que esto está ayudando directamente en su trabajo, y no como muchos piensan ... que lo está abandonando.
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